Estas dos imágenes me parecen una buena muestra de lo que es un paraje recuperado. Entre ambas, aunque no lo parezca, solo hay unos pocos años de diferencia; eso sí, una fuerte inversión ambiental y mucho movimiento de tierras.
Se trata de una antigua central térmica (y su mina de lignito a cielo abierto) en las landas francesas, en funcionamiento desde diciembre de 1959 a febrero de 1992. Muchas toneladas de mineral extraídas y mucha energía obtenida; pero mucha contaminación y muchos accidentes de trabajo asociados a sus más de tres décadas de actividad. A principios de los noventa, y con una fuerte inversión por parte de la Unión Europea, la central fue desmantelada y la mina vaciada, haciendo un gran lago artificial que, al tratarse de una zona con gran cantidad de manantiales de agua, pronto se rellenó de agua de forma natural. Hoy en día todavía se aprecian las labores de descontaminación de la zona, sobre todo debido al amianto; pero el lugar ha sido recuperado como una agradable zona de recreo (picnic, baño, paseos en bici y a caballo, observación de aves…), y cuenta con un interesante centro de interpretación sobre el proceso de recuperación.
En España, afortunadamente, también tenemos ejemplos de este tipo de actuaciones:
- La laguna de la Nava, o Mar de Campos, (Palencia), era una laguna esteparia que llegaba a alcanzar las 5.000 ha en los años lluviosos, siendo uno de los mayores humedales de la Penísula. Desapareció como humedal en 1968 para abrir nuevas tierras de cultivo. A partir del año 1990 un exitoso proyecto de recuperación ha conseguido restituir más de 400 ha mediante una gestión que imita los ciclos naturales.
- El cauce del río Aravalle, afluente del Tormes, en la Sierra de Gredos (Ávila) fue domado por la presa de Retuerta, construida en los años setenta para una urbanización que nunca se llegó a construir. No fue hasta el 1 de marzo de 2013 cuando comenzó la demolición del dique, de 14 metros de alto y 55 de largo. De esta manera, en un proceso lento y complicado, se ha recuperado el paisaje de una bella garganta, y se ha permitido de nuevo, que las truchas remonten el cauce.
- En el año 2009, el antiguo vertedero de Rivas (Madrid), en funcionamiento desde 1967 a 1978, se transformó en auditorio y jardín de 38 hectáreas. Una actuación en la que la mitad del presupuesto se destinó a descontaminar el terreno, mientras que la otra mitad se empleó en la construcción del recinto ferial.
En fin, esta semana en la que recibimos ya al otoño, te proponemos hacer una escapada a un paraje recuperado: Sentir que la mano del hombre también es capaz de revertir su daño sobre la naturaleza.