Fundación Másfamilia ha publicado el estudio #Conciliación, la vitamina C de la empresa saludable, que analiza el impacto de la gestión de la conciliación en la salud y bienestar de las organizaciones y sus empleados, esto es, la relación entre Modelo EFR y salud, o wellbeing.
El Modelo EFR persigue el equilibrio entre la parte profesional y el resto de dimensiones (privadas) de las personas, considerando que una persona equilibrada debe serlo tanto en el plano físico, psíquico y emocional, lo que está alineado con la interpretación integral de la salud de la OMS. De ahí que Fundación Másfamilia interprete que todas aquellas prácticas orientadas a lograr ese equilibrio en las organizaciones son parte del Modelo EFR. Esta relación se establece en distintos planos del Modelo EFR, desde un punto de vista formal:
- Cumplimiento de la legislación: la obtención del certificado EFR requiere, previamente, el cumplimiento de la legislación aplicable en la materia, lo que incluye el cumplimiento de los requisitos relativos a la Prevención de Riesgos Laborales.
- Compromiso y liderazgo: el liderazgo responsable y comprometido, debe, necesariamente, incluir una cultura orientada a la prevención, la seguridad y la salud.
- Orientación y definición estratégica: algunos de los impactos positivos que pueden obtenerse de la gestión de la conciliación es la salud de las personas que componen la organización o la salud pública, como impacto externo.
- Medidas EFR: la salud y el bienestar quedan incluidas en varias de las tipologías y subgrupos de medidas recogidas en el anexo normativo efr 1000-11: liderazgo y estilos de dirección, calidad en el empleo (en los subapartados de salud y bienestar y prevención del acoso laboral o mobbing) y desarrollo personal y profesional (inteligencia emocional y ocio, cultura y deporte).
- Resto de elementos: una organización que busque promover la salud entre sus personas podrá utilizar para ello tanto los objetivos efr como procesos, auditoría, autoevaluación o cualquier otro de los elementos que constituyen el ciclo de mejora continua propio del Modelo EFR.
No obstante, el apartado de medidas EFR es el más inmediato a la hora de enlazar salud y EFR. Algunos ejemplos de estas medidas son:
- Cursos y talleres sobre nutrición, estrés y musculo esqueléticos
- Programa de identificación precoz del riesgo cardiovascular
- Actividades deportivas: carrera solidaria, padel, futbol, golf, etc.
- Programas de prevención y tratamiento del tabaquismo
- Parking de bicis y vestuarios y duchas en el centro de trabajo
- Servicio de fisioterapeuta en el centro de trabajo
- Apoyo económico para el tratamiento de problemas de salud del empleado o su familia
- Promoción de la alimentación saludable
Son muchos los estudios que demuestran que este tipo de iniciativas mejoran la motivación, el compromiso y la salud y calidad de vida de las personas, al mismo tiempo que mejora la productividad a través, entre otros, de la reducción del absentismo.
En opinión de los expertos, el éxito de los programas de salud y bienestar radica en un adecuado análisis de necesidades y expectativas de los empleados en este campo, así como en su alineamiento con las necesidades de la organización para la mejora de la productividad de ésta. Además, deben ser programas que se integren en las actividades cotidianas y se mantengan en el tiempo. Deben evitarse las campañas puntuales, sin objetivos claros ni seguimiento. Se recomienda también la definición de indicadores, que permitan valorar la efectividad de estos programas y su impacto en los niveles de bienestar y felicidad de las personas, así como en la productividad y sostenibilidad de la empresa.