Cada empresa, incluso cada persona, entiende el teletrabajo de una manera, pues no para todos funcionan las mismas reglas a la hora de realizar sus funciones y tareas en un lugar físico distinto del puesto de trabajo habitual. Según la Organización Internacional del Trabajo, teletrabajo es la «forma de trabajo efectuada en un lugar alejado de la oficina central o del centro de producción, y que implica una nueva tecnología que permite la separación y facilita la comunicación».
Las empresas que lo practican están de acuerdo en los beneficios asociados al teletrabajo. Según un informe publicado por la Fundación Másfamilia, las principales ventajas son la eficiencia, orientación a resultados, conciliación de la vida personal y laboral, uso de las tecnologías de la información y la comunicación, mejora de la movilidad, reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y fomento de la diversidad.
Pero también es cierto que existen una serie de dificultades en la puesta en marcha de un programa de teletrabajo. Las más importantes son las siguientes:
- Dificultades jurídico – laborales, relativas al marco regulatorio. Un factor de éxito importante es lograr la implicación de los comités de empresa en el proceso, trabajar en la autoregulación y asegurar la igualdad de derechos para todos los trabajadores, cumpliendo los requisitos legales (por ejemplo, los relativos a PRL) de manera realista.
- Dificultades tecnológicas, asociadas a la disponibilidad de dispositivos y canales de comunicación. La tecnología esta disponible, no es cara ni difícil de utilizar, pero debemos recordar que para algunos empleados puede constituir una barrera: es necesario formar en el uso de estas herramientas.
- Dificultades económicas: disponer de herramientas de trabajo adecuadas y conexiones requerirá de una cierta inversión, si bien es cierto que la puesta en marcha del teletrabajo permitirá también importantes ahorros: optimización de los espacios en las oficinas, ahorro en transportes, reducción de los costes por absentismo y bajas por accidentes in itinere, etc.
- Dificultades culturales, asociadas al cambio necesario para hacer del teletrabajo una realidad. Será necesaria la puesta en marcha de sistema de dirección por objetivos, que permitan orientar a resultados, pues ya no podremos medir en base a la presencia o el tiempo dedicado.