Entornos de heteronormidad o donde no se hace efectiva una igualdad o diversidad que está estipulada por ley, son algunos de los problemas que el colectivo LGTBI+ encuentra cada día.
Inclusión y diversidad son dos términos que siempre aportan valor a una empresa, pero más en las organizaciones que no favorecen que todos sus profesionales se sientan parte ella y en las que se crean situaciones de aislamiento de los trabajadores que no consideran seguro su espacio laboral.
Estableciendo pautas que promuevan estos dos aspectos a través de distintas acciones y estrategias, la empresa podrá conseguir resultados que marcan la diferencia respecto a otras entidades. Se consigue con ello principalmente dos beneficios que deberían ser suficientes para poner en práctica algunas medidas de inclusión:
- Mayor innovación y compromiso: La diversidad proporciona diferentes puntos de vista en un equipo y genera propuestas más creativas. Además, los profesionales estarán más predispuestos a aportar sus ideas sin el temor de que otros miembros del equipo les señalen.
- Mejor orientación al cliente: Aquellas personas que se vean más afines con la organización optarán por esta y no por otras, ya que nadie desea asociarse, comprar un producto o consumir un servicio de una organización que excluye a otras personas de su mismo colectivo.
Empresas como la aseguradora AXA, que además se encuentra en el top 10 del Informe EMIDIS sobre gestión de la diversidad sexual y de género, ya han dado el paso a la inclusión convirtiéndose en parte de este cambio social.
A la hora de evitar situaciones de acoso o discriminación, estas son algunas de las recomendaciones:
- Recordar que no todas las personas son heterosexuales o cisgénero.
- Omitir los chistes, gestos o expresiones LGTBIfóbicas.
- Evitar las situaciones LGTBIfóbicas y actuar ante ellas.
- Utilizar un lenguaje inclusivo.
- Informarse y evitar los prejuicios y estereotipos.
- Evitar trabas en el acceso al trabajo y en la promoción profesional de estas personas.
- Aplicación de buenas prácticas, como procedimientos para detectar las conductas discriminatorias, implantación de medidas para su corrección, establecimiento de sistemas que permitan denunciar el acoso o que faciliten laboralmente los procesos de reasignación sexual y de género, etc.
Concretamente, las personas trans son quienes encuentran más dificultades en las empresas, puesto que durante años el mercado laboral ha estado prácticamente cerrado para estas personas, con tasas de desempleo del 85%, enormes dificultades para mantener su puesto de trabajo durante el proceso de reasignación y situaciones de rechazo o exclusión, sobre todo si el puesto de trabajo es anterior al proceso de transidentidad.
Por ello, algunas recomendaciones específicas para estas personas son:
- Respetar el nombre y la identidad por la que la persona quiere que se refieran a ella con independencia de su documentación.
- Desarrollo de campañas y estrategias de concienciación en el ámbito laboral.
- Fomento del conocimiento de la legislación sobre identidad de género.
- Facilidades en la petición de permisos para visitas médicas que no deriven en la no renovación del contrato laboral.
- Facilidades en el período de reasignación quirúrgica dada la ausencia de regulación respecto a los convenios colectivos.
- Inclusión en la promoción profesional.
- Facilidad en el uso de espacios comunes como vestuarios, baños, etc.
Si te preocupan estos temas y quieres que tu empresa los gestione de una manera sistemática, contacta con nosotros. ¡Te ayudaremos!