El 1 de octubre de 2012 escribí por primera vez en este blog. El post se titulaba «Nace Erre Ese».
Un año después celebrábamos nuestro primer año de vida, 12 meses de mucho esfuerzo, muchas alegrías, pero también algún que otro disgusto. Momentos que ahora pueden parecer muy muy lejanos, pero que dejaron un poso, un aprendizaje, del que no quiero olvidarme nunca.
En octubre de 2014 celebrábamos 2 años : el equipo crecía… Aprendimos a valorar cada persona y cada cliente. Llegaron los primeros proyectos «grandes» y con proyección de futuro.
Y en 2015 cumplíamos 3 años. Dicen que si una empresa de nueva creación llega a los 3 años, es que ya ha pasado lo peor… y no se si será verdad, pero alcanzar el tres nos permitió respirar con un poco más de calma. Empezar a pensar en que queríamos que fuera Erre Ese en el futuro.
El último año han sido una mezcla de esa calma, esa estabilidad, y de la tensión por crecer, por madurar como organización y como equipo. Hemos estrenado oficina, una oficina que parecía grande cuando llegamos, pero a la que ya no le sobra ni una silla.
Y hemos trabajado duro, muy muy duro, por seguir contando con la confianza de nuestros clientes. Por seguir ayudándoles a alcanzar el éxito en aquellos objetivos que se proponen y, por supuesto, como el primer día, por alcanzar resultados sostenibles.
Gracias a todos nuestros clientes, por confiar en nosotros y nuestra forma de hacer consultoría.
Y gracias a mi equipo porque sé que, este año, no lo hubiera podido hacer sin ellas.
