Hoy, 5 de marzo, es el Día Mundial de la Eficiencia Energética. Parece un buen momento para reflexionar sobre el consumo de energía que hacemos en nuestras organizaciones.
Primero de todo, es necesario tener claro que la tecnología disponible actualmente, junto con un adecuado cambio de hábitos, son suficientes para reducir nuestro consumo energético, sin generar un impacto negativo ni en nuestra calidad de vida ni, por supuesto, en nuestra actividad empresarial. De hecho, una mayor eficiencia energética haría nuestras empresas más competitivas.
Trabajar en una reducción del consumo energético significa reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (la huella de carbono), y por tanto, luchar contra el cambio climático. Es también trabajar para lograr organizaciones más rentables (a través de la reducción del gasto) y, por supuesto, construir una sociedad más sostenible. Todo ello, sin volver a vivir en las cavernas ni utilizar máquinas de vapor. Se trata, simplemente, de obtener los mismos bienes y servicios con un menor consumo de energía, un consumo más inteligente, que evite pérdidas de energía o calor, mejorando los procesos y utilizando mecanismos más eficientes.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), España podría ahorrar hasta 3.300 millones de euros al año si controlara mejor el consumo energético de los edificios. Y es que somos uno de los países de la Unión Europea con peores ratios de eficiencia energética, según un estudio del Departamento de Energía y Cambio Climático del Reino Unido, pese a tener muchas más horas de luz.
Si estás interesado en reducir el consumo energético de tu organización, puedes contar con nuestro asesoramiento. Recuerda que somos expertos en Sistemas de Gestión de la Energía (ISO 50.001).
2 comentarios
Alberto Bustos
5 marzo 2013 at 18:23
Espero y deseo que, a partir de eventos de este tipo, se propicie la racionalidad y la tecnología para que la producción energética sea de la máxima eficiencia y economía para que, como factor de desarrollo que es, favorezca la salida de esta «cojocrisis» en la que estamos impersos hasta más arriba del cuello.
Erika Cembranos
5 marzo 2013 at 21:57
Como siempre, Alberto, muy acertado en tu comentario.
La situación actual requiere que seamos capaces de producir energía de manera eficiente, y también que sepamos usarla del mismo modo.
La competitividad de nuestras empresas pasa necesariamente por que seamos capaces de utilizar todos los recursos, incluidos los energéticos, hasta obtener el máximo rendimiento posible de estos, minimizando desperdicios, residuos e ineficiencias.